JULIÁN SÁNCHEZ
El Universal
Ciudad de México
Martes 13 de octubre de 2009
El Sindicato de Electricistas señala que militares y policías federales llegan a domicilios de sus compañeros para obligarlos a trabajar y atender fallas que personal de la CFE no puede resolver
El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), informó que elementos del Ejército y de la Policía Federal llegan a domicilios de quienes fueran empleados de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), para "detenerlos y obligarlos a trabajar" a fin de atender las fallas que se han registrado en la red eléctrica, pues señala que personal de la Comisión Federal de Electricidad no ha podido con el servicio para 25 millones de personas.
A través de un comunicado firmado por el secretario del Exterior, Fernando Amezcua Castillo, quien es el vocero, el SME sostiene que "la infamia y desesperación del gobierno federal ha llegado a límites intolerables y nuestra capacidad de asombro nos ha rebasado.
"Cuando pensábamos que sólo habían tomado nuestras instalaciones para extinguir a Luz y Fuerza del Centro y liquidar a nuestro sindicato, resultó que no, que aún había más".
Denuncia sobre el particular que la Policía Federal y el Ejército han estado asistiendo a domicilios particulares de sus compañeros, que son trabajadores operativos de escalafones como líneas aéreas, distribución foránea, cables subterráneos, así como de subestaciones, de conjuntos habitacionales de electricistas de La Piedad, La Aurora, las Garzas, Sección Sexta de San Juan de Aragón, Lomas de Atizapán y Altavilla.
Lo anterior, asegura, "para detenerlos y obligarlos a trabajar para enfrentar el inmenso colapso eléctrico que los ingenieros de confianza de Comisión Federal de Electricidad han sido totalmente incapaces de resolver".
Además sostiene que el titular de la Comisión Federal de Electricidad, Alfredo Elías Ayub señaló que la ciudad de México era casi como Guadalajara, "ahora que ya tienen el niño atravesado, tienen que aceptar que sólo los trabajadores del SME tenemos la capacidad de atender nuestra propia zona de trabajo".
Resalta que en las filas del SME no hay traidores que acepten ir a asistir a los de la CFE, por lo que tienen que recurrir a la violencia y a la coerción para resolver el problema referido.
miércoles, 14 de octubre de 2009
DECRETO ILEGAL. Al pueblo de México
Lée otros documentos e infórmate sobre las Brigadas para informar al pueblo, así como de la programación de "radio sme" en www.sme.org.mx
Con la ilegalidad que ha distinguido a su gobierno, Felipe Calderón Hinojosa emitió un “decreto de extinción” para Luz y Fuerza del Centro, y al mismo tiempo, para intentar liquidar a los trabajadores electricistas que prestamos el servicio en esta empresa. Por instrucciones presidenciales y con lujo de violencia, como en los mejores tiempos de Díaz Ordaz, la Policía Federal Preventiva tomó por la fuerza, la noche del sábado 10 de octubre las instalaciones de LyFC.
Los “argumentos centrales” del titular del ejecutivo para decretar la extinción de LyFC son, que desde su creación este organismo descentralizado “no ha cesado de recibir transferencias presupuestales cuantiosas” y que para el presente ejercicio dichas transferencias “serán del orden de 41, 945 millones de pesos”
Asimismo, se afirma en el citado decreto, que uno de los problemas financieros de LyFC es el porcentaje de pérdidas totales de energía, que según cálculos gubernamentales es de alrededor del 30.6%, al mes de Junio de 2009. Como “solución” a esta situación el titular del ejecutivo decreta la extinción de la empresa, “garantizando” el respeto a “los derechos laborales de los trabajadores y jubilados de Luz y Fuerza del Centro”.
Por la gravedad de este asunto, y por constituir un intento de golpe, no sólo a los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas sino al Pueblo de México, quien es el verdadero propietario de la Industria Eléctrica, nuestra organización, hace las siguientes precisiones:
LyFC, como parte del Sector Eléctrico Nacionalizado, atiende aproximadamente a más de seis millones de usuarios en la zona central del país. Desde años atrás, el SME ha denunciado ante la opinión pública, que de manera deliberada sucesivos gobiernos federales establecieron una política de descapitalización de nuestra empresa, a través de diversas maniobras. Por ejemplo:
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, es quien está facultada por la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, para fijar y reestructurar los precios de las tarifas eléctricas. Hacienda ha desarrollado una política de altos subsidios a los grandes empresarios, quienes utilizan el fluido para hacer negocio y aumentar sus altísimas ganancias. Baste mencionar que en promedio, el Kw/hora les cuesta a los grandes empresarios 88 centavos, mientras a los usuarios domésticos que constituyen la mayoría de consumidores en nuestro país, se les vende a 97 centavos el Kw/hora.
Esta transferencia de valor a los grandes empresarios, ha descapitalizado gravemente a LyFC, dado que a los grandes empresarios la energía eléctrica se les vende muy por debajo de su valor real, pudiéndolo pagar a sus precio real. Este hecho, muestra la posición pro empresarial de la Secretaria de Hacienda, en detrimento de las finanzas de una empresa pública como lo es LyFC.
En relación a las transferencias presupuestales que ha recibido LyFC, afirmamos tajantemente que estas no son destinadas a salarios y prestaciones de los trabajadores del SME, como asegura mentirosamente Calderón. Estas transferencias se destinan para que LyFC, compre energía eléctrica en bloque a Comisión Federal de Electricidad (CFE), dado que desde 1975 por decisión gubernamental, no se ha permitido que nuestra empresa creciera en capacidad de generación, y por lo tanto, que tengamos la necesidad de comprar energía en bloque a la CFE.
Ratificamos, que el precio de la energía eléctrica que la CFE vende a LyFC, es sumamente caro. De acuerdo a los estados financieros de LyFC, lo que se ésta destinó para este rubro a julio de 2009, es del orden de los $54, 797, 683.1 millones de pesos. Precisamente, las transferencias a LyFC a las que hace alusión Calderón, es para el pago de la energía en bloque a CFE, y nunca, para el pago de salarios y prestaciones de los trabajadores electricistas, como mentirosamente pretende hacer creer el titular del ejecutivo.
La administración de Felipe Calderón en sus casi tres años de gobierno ha impactado negativamente a la población mexicana: 5 millones 600 mil trabajadores ganan hasta un salario mínimo, sin que con ello, puedan adquirir la canasta alimenticia básica; 19 millones de habitantes se encuentran en pobreza alimentaria en nuestro país, es decir, ni destinando todo su ingreso familiar, les alcanza para comer; en contraste, 10 familias pertenecen a la lista de Forbes, por ser los hombres más ricos del planeta; el desempleo es creciente, ubicándolo algunos expertos en el orden de los diez millones de desempleados; además se propone, de parte de la Secretaría de Hacienda, aumentar los impuestos, y aplicar estos, a alimentos y medicinas.
Ahora, como cereza del pastel, Calderón pretende liquidar a LyFC, disponiendo de esta empresa como si fuera propiedad del Gobierno Federal, cuando el párrafo sexto del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que la Industria Eléctrica es propiedad de la Nación. De manera inconstitucional, Calderón emite el decreto de extinción de LyFC, sin consultar al Congreso de la Unión, quien tiene facultades para legislar en materia de Energía Eléctrica, tal y como lo establece, el inciso a), numeral 5, fracción XXIX-A, del artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Lo que oculta Felipe Calderón es que, detrás de este decreto de extinción de LyFC, está el interés de privatizar a la Industria Eléctrica Nacionalizada. Esta decisión está orquestada por empresas trasnacionales, que como Iberdrola, Mitsubishi, Unión Fenosa, etc., ven a la Industria Eléctrica como un apetecible banquete, y así coronar el avance que han tenido en materia de generación eléctrica. A la fecha la Comisión Reguladora de Energía ha otorgado inconstitucionalmente a particulares 772 permisos (a julio de 2009), lo que representa que se encuentra en manos del capital privado cerca del 35 % de la capacidad instalada de generación, lo cual constituye en los hechos, un proceso de privatización furtiva en materia de generación eléctrica, esos son los hechos, no palabras.
Este es el panorama de nuestra Nación, generado por la aplicación de un modelo económico que ha fracasado a nivel mundial y que el gobierno mexicano sigue aplicándolo por medio de la fuerza y la represión. Por estas razones, el SME hace le siguiente llamado al pueblo de México:
Exigimos al Gobierno Federal la derogación del decreto por el que se extingue a Luz y Fuerza del Centro, emitido por Calderón Hinojosa, el 11 de Octubre de 2009.
Asimismo, exigimos la devolución de todas las instalaciones de LyFC, a los trabajadores agremiados al Sindicato Mexicano de Electricistas, tomadas de manera represiva e ilegal por la Policía Federal Preventiva.
Convocamos a todas las organizaciones sociales, políticas, estudiantiles, populares, a los usuarios y a la población en general, a rechazar la liquidación de LyFC, y en congruencia con ello, a Formar un gran Frente Nacional la defensa de la Legalidad Constitucional, de la Soberanía Nacional y de los Contratos Colectivos de Trabajo.
Responsabilizamos a Felipe Calderón, a Agustín Carstens Carstens, Secretario de Hacienda, a Georgina Kessell, Secretaria de Energía y a Javier Lozano Alarcón, Secretario del Trabajo, de las interrupciones y disturbios, que puedan ocasionarse en el suministro de energía eléctrica, derivado de la toma de las instalaciones por el gobierno federal.
Invitamos a todos los mexicanos dignos y hartos de las políticas que sólo los han empobrecido, a participar en la gran Jornada Nacional en defensa de la Soberanía Energética, el Patrimonio Nacional, los Derechos de los Trabajadores y las Libertades Democráticas, que llevaremos a cabo este próximo jueves 15 de Octubre, a partir de las 16 horas del Ángel de la independencia al Zócalo.
¡La Patria no se vende, la Soberanía se defiende!
¡Unidad popular ante el neoliberalismo depredador!
¡Todos a defender a las empresas públicas, propiedad de la Nación!
Fraternalmente
“Por el derecho y la justicia del trabajador”
México, D.F., a 11 de Octubre de 2009.
COMITÉ CENTRAL
COMISIONES AUTÓNOMAS
SUBCOMITÉS DIVISIONALES
COMISIÓN DE TRABAJO
Responsable de la publicación Fernando Amezcua Castillo
Con la ilegalidad que ha distinguido a su gobierno, Felipe Calderón Hinojosa emitió un “decreto de extinción” para Luz y Fuerza del Centro, y al mismo tiempo, para intentar liquidar a los trabajadores electricistas que prestamos el servicio en esta empresa. Por instrucciones presidenciales y con lujo de violencia, como en los mejores tiempos de Díaz Ordaz, la Policía Federal Preventiva tomó por la fuerza, la noche del sábado 10 de octubre las instalaciones de LyFC.
Los “argumentos centrales” del titular del ejecutivo para decretar la extinción de LyFC son, que desde su creación este organismo descentralizado “no ha cesado de recibir transferencias presupuestales cuantiosas” y que para el presente ejercicio dichas transferencias “serán del orden de 41, 945 millones de pesos”
Asimismo, se afirma en el citado decreto, que uno de los problemas financieros de LyFC es el porcentaje de pérdidas totales de energía, que según cálculos gubernamentales es de alrededor del 30.6%, al mes de Junio de 2009. Como “solución” a esta situación el titular del ejecutivo decreta la extinción de la empresa, “garantizando” el respeto a “los derechos laborales de los trabajadores y jubilados de Luz y Fuerza del Centro”.
Por la gravedad de este asunto, y por constituir un intento de golpe, no sólo a los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas sino al Pueblo de México, quien es el verdadero propietario de la Industria Eléctrica, nuestra organización, hace las siguientes precisiones:
LyFC, como parte del Sector Eléctrico Nacionalizado, atiende aproximadamente a más de seis millones de usuarios en la zona central del país. Desde años atrás, el SME ha denunciado ante la opinión pública, que de manera deliberada sucesivos gobiernos federales establecieron una política de descapitalización de nuestra empresa, a través de diversas maniobras. Por ejemplo:
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, es quien está facultada por la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, para fijar y reestructurar los precios de las tarifas eléctricas. Hacienda ha desarrollado una política de altos subsidios a los grandes empresarios, quienes utilizan el fluido para hacer negocio y aumentar sus altísimas ganancias. Baste mencionar que en promedio, el Kw/hora les cuesta a los grandes empresarios 88 centavos, mientras a los usuarios domésticos que constituyen la mayoría de consumidores en nuestro país, se les vende a 97 centavos el Kw/hora.
Esta transferencia de valor a los grandes empresarios, ha descapitalizado gravemente a LyFC, dado que a los grandes empresarios la energía eléctrica se les vende muy por debajo de su valor real, pudiéndolo pagar a sus precio real. Este hecho, muestra la posición pro empresarial de la Secretaria de Hacienda, en detrimento de las finanzas de una empresa pública como lo es LyFC.
En relación a las transferencias presupuestales que ha recibido LyFC, afirmamos tajantemente que estas no son destinadas a salarios y prestaciones de los trabajadores del SME, como asegura mentirosamente Calderón. Estas transferencias se destinan para que LyFC, compre energía eléctrica en bloque a Comisión Federal de Electricidad (CFE), dado que desde 1975 por decisión gubernamental, no se ha permitido que nuestra empresa creciera en capacidad de generación, y por lo tanto, que tengamos la necesidad de comprar energía en bloque a la CFE.
Ratificamos, que el precio de la energía eléctrica que la CFE vende a LyFC, es sumamente caro. De acuerdo a los estados financieros de LyFC, lo que se ésta destinó para este rubro a julio de 2009, es del orden de los $54, 797, 683.1 millones de pesos. Precisamente, las transferencias a LyFC a las que hace alusión Calderón, es para el pago de la energía en bloque a CFE, y nunca, para el pago de salarios y prestaciones de los trabajadores electricistas, como mentirosamente pretende hacer creer el titular del ejecutivo.
La administración de Felipe Calderón en sus casi tres años de gobierno ha impactado negativamente a la población mexicana: 5 millones 600 mil trabajadores ganan hasta un salario mínimo, sin que con ello, puedan adquirir la canasta alimenticia básica; 19 millones de habitantes se encuentran en pobreza alimentaria en nuestro país, es decir, ni destinando todo su ingreso familiar, les alcanza para comer; en contraste, 10 familias pertenecen a la lista de Forbes, por ser los hombres más ricos del planeta; el desempleo es creciente, ubicándolo algunos expertos en el orden de los diez millones de desempleados; además se propone, de parte de la Secretaría de Hacienda, aumentar los impuestos, y aplicar estos, a alimentos y medicinas.
Ahora, como cereza del pastel, Calderón pretende liquidar a LyFC, disponiendo de esta empresa como si fuera propiedad del Gobierno Federal, cuando el párrafo sexto del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que la Industria Eléctrica es propiedad de la Nación. De manera inconstitucional, Calderón emite el decreto de extinción de LyFC, sin consultar al Congreso de la Unión, quien tiene facultades para legislar en materia de Energía Eléctrica, tal y como lo establece, el inciso a), numeral 5, fracción XXIX-A, del artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Lo que oculta Felipe Calderón es que, detrás de este decreto de extinción de LyFC, está el interés de privatizar a la Industria Eléctrica Nacionalizada. Esta decisión está orquestada por empresas trasnacionales, que como Iberdrola, Mitsubishi, Unión Fenosa, etc., ven a la Industria Eléctrica como un apetecible banquete, y así coronar el avance que han tenido en materia de generación eléctrica. A la fecha la Comisión Reguladora de Energía ha otorgado inconstitucionalmente a particulares 772 permisos (a julio de 2009), lo que representa que se encuentra en manos del capital privado cerca del 35 % de la capacidad instalada de generación, lo cual constituye en los hechos, un proceso de privatización furtiva en materia de generación eléctrica, esos son los hechos, no palabras.
Este es el panorama de nuestra Nación, generado por la aplicación de un modelo económico que ha fracasado a nivel mundial y que el gobierno mexicano sigue aplicándolo por medio de la fuerza y la represión. Por estas razones, el SME hace le siguiente llamado al pueblo de México:
Exigimos al Gobierno Federal la derogación del decreto por el que se extingue a Luz y Fuerza del Centro, emitido por Calderón Hinojosa, el 11 de Octubre de 2009.
Asimismo, exigimos la devolución de todas las instalaciones de LyFC, a los trabajadores agremiados al Sindicato Mexicano de Electricistas, tomadas de manera represiva e ilegal por la Policía Federal Preventiva.
Convocamos a todas las organizaciones sociales, políticas, estudiantiles, populares, a los usuarios y a la población en general, a rechazar la liquidación de LyFC, y en congruencia con ello, a Formar un gran Frente Nacional la defensa de la Legalidad Constitucional, de la Soberanía Nacional y de los Contratos Colectivos de Trabajo.
Responsabilizamos a Felipe Calderón, a Agustín Carstens Carstens, Secretario de Hacienda, a Georgina Kessell, Secretaria de Energía y a Javier Lozano Alarcón, Secretario del Trabajo, de las interrupciones y disturbios, que puedan ocasionarse en el suministro de energía eléctrica, derivado de la toma de las instalaciones por el gobierno federal.
Invitamos a todos los mexicanos dignos y hartos de las políticas que sólo los han empobrecido, a participar en la gran Jornada Nacional en defensa de la Soberanía Energética, el Patrimonio Nacional, los Derechos de los Trabajadores y las Libertades Democráticas, que llevaremos a cabo este próximo jueves 15 de Octubre, a partir de las 16 horas del Ángel de la independencia al Zócalo.
¡La Patria no se vende, la Soberanía se defiende!
¡Unidad popular ante el neoliberalismo depredador!
¡Todos a defender a las empresas públicas, propiedad de la Nación!
Fraternalmente
“Por el derecho y la justicia del trabajador”
México, D.F., a 11 de Octubre de 2009.
COMITÉ CENTRAL
COMISIONES AUTÓNOMAS
SUBCOMITÉS DIVISIONALES
COMISIÓN DE TRABAJO
Responsable de la publicación Fernando Amezcua Castillo
MEGA MARCHA SME
En Apoyo al Sindicato Mexicano de Electricistas Jueves 15 de octubre a las 16:00 hrs. del Ángel de la Independencia al Zócalo.
Para entender porqué liquidaron a Luz y Fuerza
Publicado en: pocamadrenews.wordpress.com/2009/10/12/para-entender-porque-liquidar-a-luz-y-fuerza/ Busca el enlace y checa otros artículos relacionados y actualizaciones al respecto.
Como ya lo habíamos dicho no se trata de legalidad en la elección del Secretario General, ni de mejorar la eficiencia de la empresa y menos de terminar con la corrupción. Hay un gran negocio en los tendidos eléctricos que será más lucrativo que TELMEX.
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triple play
Calderón y el SME: La guerra por la fibra óptica
ROSALíA VERGARA
El gobierno del presidente Felipe Calderón, por medio de su secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, pretende acabar con Luz y Fuerza del Centro para privatizarla y apropiarse de una red de más de mil kilómetros de fibra óptica, infraestructura que utilizaría para realizar negocios multimillonarios con los colosos de las telecomunicaciones. Este es, asegura a Proceso el dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas, Martín Esparza, el trasfondo del conflicto, en apariencia laboral-sindical, que ha llevado al gobierno calderonista a intentar destruir a esa organización.
Detrás del embate del gobierno de Felipe Calderón contra el grupo sindical representado por Martín Esparza Flores –a quien el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, negó la toma de nota como secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME)– se encuentra la disputa por la concesión de la red de mil 100 kilómetros de fibra óptica, propiedad de Luz y Fuerza del Centro, para instalar operar y explotar un sistema de telecomunicaciones.
Así lo asegura en entrevista con Proceso el líder sindical y añade que con ese fin, en julio de 1999 la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), dirigida entonces por Carlos Ruiz Sacristán, le otorgó a la empresa WL Comunicaciones S.A. de C.V. la concesión mediante el acuerdo P/161299/0673.
En mayo del año siguiente se formalizó el título que garantizaba a esta compañía de origen español –cuyos socios mayoritarios son los exsecretarios de Energía Fernando Canales Clariond y Ernesto Martens– la posibilidad de operar la red por un plazo de 30 años, susceptible de ampliación.
Desde 2000 el convenio ha sufrido modificaciones y se aplazó en tres ocasiones: en 2003, en 2005 y en 2007. Finalmente se decidió que el 16 de mayo de 2008 comenzarían los trabajos para la instalación de la red, pero el SME impidió la realización de las obras.
Esparza comenta que el pasado 30 de junio el director de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LFC), Jorge Gutiérrez Vera, y él, en su carácter de secretario general de SME, solicitaron a la SCT un título de concesión para operar la red de fibra óptica y ofrecer servicios de voz, audio y datos –el llamado Triple Play– para entrar de lleno en el negocio de las telecomunicaciones.
Asegura que a partir de esa fecha la dependencia tendría que haber respondido en dos o tres meses, pues cumplieron con los 40 requisitos exigidos para otorgar un título de esta naturaleza. Para respaldar su solicitud, dice, presentaron un estudio elaborado por el despacho De la Huerta y Weihouse, en el que se demuestra que LFC cuenta con capacidad para operar la red.
El documento, precisa Esparza, propone un plan de negocios para ofrecer el servicio Power Line Communications (PLC) que posibilita la transmisión de voz y datos a través de cualquier línea eléctrica doméstica o de baja tensión. Esta tecnología se basa en un módem conectado a cualquier enchufe que permite, por ejemplo, el acceso a internet de alta velocidad.
De acuerdo con el dirigente sindical, la utilización de este sistema con la infraestructura de LFC abarataría el costo de esos servicios, con lo que LFC y el SME se convertirían en una competencia real para Telmex o Cablevisión.
Sin embargo, afirma, esta iniciativa provocó la molestia de Canales Clariond y de Martens; del exprocurador panista Antonio Lozano Gracia; del exsecretario de Enlace de la Secretaría de Gobernación, Armando Salinas Torre, y de Salvador Canales, quienes exigen al gobierno que cumpla con el convenio validado por la SCT en 2000, para lo cual contrataron al bufete jurídico Fernández de Cevallos y Alba S.C.
Todos ellos tienen intereses en el caso, sostiene Esparza.
–¿Cómo puede estar seguro de ello? –se le pregunta.
–Lo sé porque en abril pasado el director de Luz y Fuerza y yo nos reunimos con estas personas. Salinas Torre es quien llevaba la representación del despacho de Diego Fernández de Cevallos.
Este es un extracto del reportaje que se publica en la edición 1719 de la revista Proceso que empezó a circular el domingo 11 de octubre.
=======
Solo así se explica lo siguiente:
Acabar con LyFC costaría más que presupuesto de Oportunidades
Y lo anterior se demuestra con esto: Ya empezaron a repartir concesiones de TV de pago y telefonía y radiocomunicación justo el mismo día que liquidan a la empresa clave.
Como ya lo habíamos dicho no se trata de legalidad en la elección del Secretario General, ni de mejorar la eficiencia de la empresa y menos de terminar con la corrupción. Hay un gran negocio en los tendidos eléctricos que será más lucrativo que TELMEX.
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triple play
Calderón y el SME: La guerra por la fibra óptica
ROSALíA VERGARA
El gobierno del presidente Felipe Calderón, por medio de su secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, pretende acabar con Luz y Fuerza del Centro para privatizarla y apropiarse de una red de más de mil kilómetros de fibra óptica, infraestructura que utilizaría para realizar negocios multimillonarios con los colosos de las telecomunicaciones. Este es, asegura a Proceso el dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas, Martín Esparza, el trasfondo del conflicto, en apariencia laboral-sindical, que ha llevado al gobierno calderonista a intentar destruir a esa organización.
Detrás del embate del gobierno de Felipe Calderón contra el grupo sindical representado por Martín Esparza Flores –a quien el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, negó la toma de nota como secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME)– se encuentra la disputa por la concesión de la red de mil 100 kilómetros de fibra óptica, propiedad de Luz y Fuerza del Centro, para instalar operar y explotar un sistema de telecomunicaciones.
Así lo asegura en entrevista con Proceso el líder sindical y añade que con ese fin, en julio de 1999 la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), dirigida entonces por Carlos Ruiz Sacristán, le otorgó a la empresa WL Comunicaciones S.A. de C.V. la concesión mediante el acuerdo P/161299/0673.
En mayo del año siguiente se formalizó el título que garantizaba a esta compañía de origen español –cuyos socios mayoritarios son los exsecretarios de Energía Fernando Canales Clariond y Ernesto Martens– la posibilidad de operar la red por un plazo de 30 años, susceptible de ampliación.
Desde 2000 el convenio ha sufrido modificaciones y se aplazó en tres ocasiones: en 2003, en 2005 y en 2007. Finalmente se decidió que el 16 de mayo de 2008 comenzarían los trabajos para la instalación de la red, pero el SME impidió la realización de las obras.
Esparza comenta que el pasado 30 de junio el director de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LFC), Jorge Gutiérrez Vera, y él, en su carácter de secretario general de SME, solicitaron a la SCT un título de concesión para operar la red de fibra óptica y ofrecer servicios de voz, audio y datos –el llamado Triple Play– para entrar de lleno en el negocio de las telecomunicaciones.
Asegura que a partir de esa fecha la dependencia tendría que haber respondido en dos o tres meses, pues cumplieron con los 40 requisitos exigidos para otorgar un título de esta naturaleza. Para respaldar su solicitud, dice, presentaron un estudio elaborado por el despacho De la Huerta y Weihouse, en el que se demuestra que LFC cuenta con capacidad para operar la red.
El documento, precisa Esparza, propone un plan de negocios para ofrecer el servicio Power Line Communications (PLC) que posibilita la transmisión de voz y datos a través de cualquier línea eléctrica doméstica o de baja tensión. Esta tecnología se basa en un módem conectado a cualquier enchufe que permite, por ejemplo, el acceso a internet de alta velocidad.
De acuerdo con el dirigente sindical, la utilización de este sistema con la infraestructura de LFC abarataría el costo de esos servicios, con lo que LFC y el SME se convertirían en una competencia real para Telmex o Cablevisión.
Sin embargo, afirma, esta iniciativa provocó la molestia de Canales Clariond y de Martens; del exprocurador panista Antonio Lozano Gracia; del exsecretario de Enlace de la Secretaría de Gobernación, Armando Salinas Torre, y de Salvador Canales, quienes exigen al gobierno que cumpla con el convenio validado por la SCT en 2000, para lo cual contrataron al bufete jurídico Fernández de Cevallos y Alba S.C.
Todos ellos tienen intereses en el caso, sostiene Esparza.
–¿Cómo puede estar seguro de ello? –se le pregunta.
–Lo sé porque en abril pasado el director de Luz y Fuerza y yo nos reunimos con estas personas. Salinas Torre es quien llevaba la representación del despacho de Diego Fernández de Cevallos.
Este es un extracto del reportaje que se publica en la edición 1719 de la revista Proceso que empezó a circular el domingo 11 de octubre.
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Solo así se explica lo siguiente:
Acabar con LyFC costaría más que presupuesto de Oportunidades
Y lo anterior se demuestra con esto: Ya empezaron a repartir concesiones de TV de pago y telefonía y radiocomunicación justo el mismo día que liquidan a la empresa clave.
Calderón se quedó solo: Denisse Dresser
Publicado en: www.proceso.com.mx, publicado en www.pocamadrenews.wordpress.com, el 28 de septiembre 2009.
Memorándum para el Sr. Presidente
Sr. Presidente: He escuchado con atención la convocatoria que ha hecho a todos los mexicanos en esta hora crítica. Lo vi allí parado, al pie de la columna del Ángel de la Independencia, hablando con vehemencia. Reclamándonos, exhortándonos, exigiéndonos. Cito sus palabras: “La Patria exige la unidad nacional. Unidad que supone apoyar la tarea del Estado para hacer frente a los criminales”. Y pensé: Tiene razón pero poca credibilidad para exigir lo que exige. Tiene razón en convocar a los ciudadanos, pero pocos motivos para esperar que confíen en él o en su gobierno. Tiene razón, pero pocos recursos para convencer a los demás. Porque, con demasiada frecuencia en los últimos meses, el Presidente de la República no ha sabido cómo serlo; ha cedido poder en lugar de conquistarlo; ha ido perdiendo la dosis de autoridad que ganó en el primer año; ha tomado decisiones equivocadas o ha eludido las que le correspondían. Por ello, hoy que pide una gran alianza entre el Estado y la sociedad descubre cuán solo está.
Usted, Sr. Presidente, se fue quedando solo vis a vis con la ciudadanía que decidió darle el beneficio de la duda cuando, en lugar de exigir la renuncia de Juan Camilo Mouriño ante el evidente conflicto de interés en que había incurrido, decidió mantenerlo a toda costa. Usted y su equipo argumentaron que su renuncia habría sido equivalente a una claudicación ante AMLO, y que en realidad no había violado la ley. Usaron el argumento de la legalidad para ignorar el imperativo de la confianza ciudadana en la limpieza del gobierno. Ignoraron el reclamo de la sociedad debido a una pugna política, y con ello pusieron en entredicho la posibilidad de una reforma energética que no beneficiara a los mismos de siempre. A partir de ese momento, Sr. Presidente, usted ya no tenía autoridad moral para hablar de “limpiar la casa”. Para proteger a su amigo, a su aliado, a su hombre de confianza, sacrificó la oportunidad de sacudirla y mostrarle a la sociedad que había tenido el valor de hacerlo. Y ahora, después de eso, ¿nos pide que le ayudemos?
Usted, Sr. Presidente, se fue quedando solo cuando, luego de enfrentar a las televisoras a través de la reforma electoral que debilitaba su poder de chantaje, decidió que -después de todo- era mejor aliarse con ellas. En lugar de coger la bandeja de plata que la Suprema Corte le envió al declarar inconstitucional la Ley Televisa, usted y su gobierno decidieron guardarla en un cajón. En vez de armar una nueva ley de medios con la capacidad de democratizar y desconcentrar un sector clave para la evolución democrática del país, usted decidió posponerla para mejores tiempos que nunca llegaron. Y luego, con un manotazo, usted exigió la salida de Santiago Creel por su mala relación con esos poderes que han llegado incluso a borrarlo de la pantalla. Demostró con ello que en lugar de domesticar a los poderes de facto, había optado por la convivencia convenenciera con ellos. Usted lo reconfirmó al anunciar las concesiones de radio FM para los propietarios de AM, guiado por los mismos criterios discrecionales y electorales que caracterizaron a los gobiernos del PRI. Y ahora, después de eso, ¿nos exige que lo apoyemos?
Usted, Sr. Presidente, se fue quedando solo cuando empezó a negociar con lo peor del PRI, y de tan mala manera. La negociación con la tercera fuerza de oposición en el Congreso no tiene nada de malo per se. Es requisito indispensable en una democracia presidencial dividida donde el partido gobernante no tiene mayoría. Pero usted ha permitido que hoy esa tercera fuerza se comporte y gobierne como si fuera la primera. A cambio ha obtenido algunas reformas que apuntan en la dirección correcta pero que están muy lejos de resolver los problemas fundamentales del país. Ha cedido demasiado sin obtener lo suficiente de vuelta. Ha otorgado una cantidad creciente de recursos a los gobernadores sin exigir la vigilancia sobre ellos. Ha aceptado los tiempos y los términos y las condiciones de Manlio Fabio Beltrones en casi todo momento. Ha permitido que esa oposición semi-leal le ate las manos mientras le propina golpes. Si no me cree, recuerde cómo el senador Beltrones le da una patada al gobierno cada tercer día y nadie desde allí le dice ¡zape! Usted y los suyos guardan silencio en aras de obtener algo a cambio. Pero lo único que logran es empoderar cada vez más a su peor enemigo, tal y como lo revelan las encuestas recientes. Y entonces, después de eso, ¿nos convoca a pararnos a su lado?
Usted, Sr. Presidente, se fue quedando solo cuando decidió que la única forma de gobernar este país era de la mano de los intereses enquistados. De allí la alianza electoral con Elba Esther Gordillo y las constricciones para la Alianza por la Calidad de la Educación que eso entraña. De allí la convocatoria a Carlos Romero Deschamps a firmar el Acuerdo por la Seguridad, la Legalidad y la Justicia, con la contradicción sustancial que implica. De allí que usted haya hablado de la necesidad de combatir los monopolios a lo largo de su primer año y que ahora ni siquiera mencione el tema. De allí que durante la campaña presidencial le haya sacado tarjeta roja a Mario Marín y ahora esa tarjeta se encuentre archivada bajo llave. Usted pensó que para poder mantener la paz social había que someterse a los dictados de todos los que dicen asegurarla. La paradoja es que esa estrategia ahora se le revierte. Usted ha cedido tanto, conciliado tanto, coexistido tanto con los criminales y los impunes, que ya le tomaron la medida. Como no actuó con la firmeza necesaria ante ellos, ahora lo perciben débil. Ahora los maestros del SNTE toman carreteras, y el crimen organizado corta cabezas, y los taxistas del aeropuerto cobran lo que quieren, y los conductores de noticiarios le preguntan si va a terminar el sexenio. Y luego, después de eso, ¿promete “aplicar la fuerza del Estado” para protegernos?
Usted, Sr. Presidente, está solo porque no logró entender que el poder corrompe, pero que la ausencia de poder también lo hace. Y a usted le ha faltado ejercicio de poder para limpiar, sacudir, cambiar, escuchar a una ciudadanía ansiosa de verlo gobernar en su nombre y no a la medida de los mismos de siempre. Usted le ha apostado a la alianza con los defensores del statu quo en vez de voltear a ver a los que deseábamos cambiarlo. Ahora nos pide nuestra ayuda, pero, por favor, entienda nuestro escepticismo. El apoyo ciudadano no es algo que se exige; es algo que se gana.
Memorándum para el Sr. Presidente
Sr. Presidente: He escuchado con atención la convocatoria que ha hecho a todos los mexicanos en esta hora crítica. Lo vi allí parado, al pie de la columna del Ángel de la Independencia, hablando con vehemencia. Reclamándonos, exhortándonos, exigiéndonos. Cito sus palabras: “La Patria exige la unidad nacional. Unidad que supone apoyar la tarea del Estado para hacer frente a los criminales”. Y pensé: Tiene razón pero poca credibilidad para exigir lo que exige. Tiene razón en convocar a los ciudadanos, pero pocos motivos para esperar que confíen en él o en su gobierno. Tiene razón, pero pocos recursos para convencer a los demás. Porque, con demasiada frecuencia en los últimos meses, el Presidente de la República no ha sabido cómo serlo; ha cedido poder en lugar de conquistarlo; ha ido perdiendo la dosis de autoridad que ganó en el primer año; ha tomado decisiones equivocadas o ha eludido las que le correspondían. Por ello, hoy que pide una gran alianza entre el Estado y la sociedad descubre cuán solo está.
Usted, Sr. Presidente, se fue quedando solo vis a vis con la ciudadanía que decidió darle el beneficio de la duda cuando, en lugar de exigir la renuncia de Juan Camilo Mouriño ante el evidente conflicto de interés en que había incurrido, decidió mantenerlo a toda costa. Usted y su equipo argumentaron que su renuncia habría sido equivalente a una claudicación ante AMLO, y que en realidad no había violado la ley. Usaron el argumento de la legalidad para ignorar el imperativo de la confianza ciudadana en la limpieza del gobierno. Ignoraron el reclamo de la sociedad debido a una pugna política, y con ello pusieron en entredicho la posibilidad de una reforma energética que no beneficiara a los mismos de siempre. A partir de ese momento, Sr. Presidente, usted ya no tenía autoridad moral para hablar de “limpiar la casa”. Para proteger a su amigo, a su aliado, a su hombre de confianza, sacrificó la oportunidad de sacudirla y mostrarle a la sociedad que había tenido el valor de hacerlo. Y ahora, después de eso, ¿nos pide que le ayudemos?
Usted, Sr. Presidente, se fue quedando solo cuando, luego de enfrentar a las televisoras a través de la reforma electoral que debilitaba su poder de chantaje, decidió que -después de todo- era mejor aliarse con ellas. En lugar de coger la bandeja de plata que la Suprema Corte le envió al declarar inconstitucional la Ley Televisa, usted y su gobierno decidieron guardarla en un cajón. En vez de armar una nueva ley de medios con la capacidad de democratizar y desconcentrar un sector clave para la evolución democrática del país, usted decidió posponerla para mejores tiempos que nunca llegaron. Y luego, con un manotazo, usted exigió la salida de Santiago Creel por su mala relación con esos poderes que han llegado incluso a borrarlo de la pantalla. Demostró con ello que en lugar de domesticar a los poderes de facto, había optado por la convivencia convenenciera con ellos. Usted lo reconfirmó al anunciar las concesiones de radio FM para los propietarios de AM, guiado por los mismos criterios discrecionales y electorales que caracterizaron a los gobiernos del PRI. Y ahora, después de eso, ¿nos exige que lo apoyemos?
Usted, Sr. Presidente, se fue quedando solo cuando empezó a negociar con lo peor del PRI, y de tan mala manera. La negociación con la tercera fuerza de oposición en el Congreso no tiene nada de malo per se. Es requisito indispensable en una democracia presidencial dividida donde el partido gobernante no tiene mayoría. Pero usted ha permitido que hoy esa tercera fuerza se comporte y gobierne como si fuera la primera. A cambio ha obtenido algunas reformas que apuntan en la dirección correcta pero que están muy lejos de resolver los problemas fundamentales del país. Ha cedido demasiado sin obtener lo suficiente de vuelta. Ha otorgado una cantidad creciente de recursos a los gobernadores sin exigir la vigilancia sobre ellos. Ha aceptado los tiempos y los términos y las condiciones de Manlio Fabio Beltrones en casi todo momento. Ha permitido que esa oposición semi-leal le ate las manos mientras le propina golpes. Si no me cree, recuerde cómo el senador Beltrones le da una patada al gobierno cada tercer día y nadie desde allí le dice ¡zape! Usted y los suyos guardan silencio en aras de obtener algo a cambio. Pero lo único que logran es empoderar cada vez más a su peor enemigo, tal y como lo revelan las encuestas recientes. Y entonces, después de eso, ¿nos convoca a pararnos a su lado?
Usted, Sr. Presidente, se fue quedando solo cuando decidió que la única forma de gobernar este país era de la mano de los intereses enquistados. De allí la alianza electoral con Elba Esther Gordillo y las constricciones para la Alianza por la Calidad de la Educación que eso entraña. De allí la convocatoria a Carlos Romero Deschamps a firmar el Acuerdo por la Seguridad, la Legalidad y la Justicia, con la contradicción sustancial que implica. De allí que usted haya hablado de la necesidad de combatir los monopolios a lo largo de su primer año y que ahora ni siquiera mencione el tema. De allí que durante la campaña presidencial le haya sacado tarjeta roja a Mario Marín y ahora esa tarjeta se encuentre archivada bajo llave. Usted pensó que para poder mantener la paz social había que someterse a los dictados de todos los que dicen asegurarla. La paradoja es que esa estrategia ahora se le revierte. Usted ha cedido tanto, conciliado tanto, coexistido tanto con los criminales y los impunes, que ya le tomaron la medida. Como no actuó con la firmeza necesaria ante ellos, ahora lo perciben débil. Ahora los maestros del SNTE toman carreteras, y el crimen organizado corta cabezas, y los taxistas del aeropuerto cobran lo que quieren, y los conductores de noticiarios le preguntan si va a terminar el sexenio. Y luego, después de eso, ¿promete “aplicar la fuerza del Estado” para protegernos?
Usted, Sr. Presidente, está solo porque no logró entender que el poder corrompe, pero que la ausencia de poder también lo hace. Y a usted le ha faltado ejercicio de poder para limpiar, sacudir, cambiar, escuchar a una ciudadanía ansiosa de verlo gobernar en su nombre y no a la medida de los mismos de siempre. Usted le ha apostado a la alianza con los defensores del statu quo en vez de voltear a ver a los que deseábamos cambiarlo. Ahora nos pide nuestra ayuda, pero, por favor, entienda nuestro escepticismo. El apoyo ciudadano no es algo que se exige; es algo que se gana.
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